
Era el verano del año 1991, año impactante para la banda, ya que venÃan preparando un disco para abrir esta nueva década musical pero a la vez empezaban varios sucesos trágicos que marcaron sus vidas.
En esos dÃas, su baterista, el gran Eric Carr, caÃa a un hospital de Nueva York aquejado de un fuerte dolor en el corazón. Tras varios exámenes, reposo y una dieta sana retomó su puesto en Kiss con toda normalidad, pensando que sólo era una simple recaida debido al stress.
No pasó ni un mes cuando el baterista sufrió otro ataque cardiaco, y en pocas semanas se le diagnosticó un tumor que ya estaba tan desarrollado que era catalogado or los especialistas como un tumor mortal.