
“La Administración no tiene planes de alterar su polÃtica migratoria actual, incluyendo la Ley de Ajuste Cubano”, señaló la CancillerÃa estadounidense en una nota.
En virtud de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, los refugiados cubanos que llegan a suelo estadounidense tienen derecho a quedarse y solicitar la residencia, un beneficio que no se ofrece a cualquier persona de otra nacionalidad. Mediante esa ley, los inmigrantes cubanos, tengan o no visa, pueden conseguir empleo y obtener la residencia permanente en un año.
Mientras, la polÃtica conocida con el nombre de “pies mojados, pies secos” significa que sólo aquellos cubanos interceptados en el mar son enviados de vuelta a su paÃs.
En la nota, Estados Unidos apoya una “migración segura, legal y ordenada” desde Cuba y la “completa implementación de los acuerdos migratorios existentes” con ese paÃs. “El embargo a Cuba está aún vigente y se requiere acción legislativa para levantarlo. Además, las reglas sobre viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba permanecen en efecto”, apuntó el Departamento de Estado.